Sensibilidad herida

Por estos días una humareda en diversos puntos construye la realidad en la geografía violeteña. Con frecuencia proliferan los incendios, cercanos a puntos de gran concentración de personas, como el acontecido en áreas aledañas a la carretera rumbo al Entronque y a la escuela de enseñanza politécnica ¨Rodolfo Ramírez Esquivel¨, en la cabecera municipal. Este siniestro que describo cobró vida por más de un día, pues supe de las molestias de algunos trabajadores y estudiantes de la citada institución educativa sobre las afectaciones del humo. Además, fui testigo de cómo a paso lento se expandían las llamas por el interior de la zona, en un camino que conduce hasta el Motel Dos Palmas y las viviendas circundantes.

Luego conocí de otros incendios, e incluso, en campos de caña. Las pérdidas en este sentido se lamentan, por pequeñas q sean. máxime cuando en el territorio violeteño la siembra y atención cultural de la caña constituye un desafío. Este año, por ejemplo, el coloso Primero de Enero prevé moler más de 300 mil toneladas de caña y de estas más de 170 mil provienen, sobretodo, de Camaguey y Chambas. Por lo que ante tal panorama, los violeteños NO pueden darse el lujo de permitir los incendios en las plantaciones de la gramínea. El problema resulta cotidiano cada año. En este ya se advierten las heridas de la sensibilidad de algunos. Los orígenes de estos fuegos son los de siempre: las indisciplinas sociales y el incumplimiento estatal en las medidas preventivas de control. Referido a las indisciplinas sobresalen quienes tiran las colillas de cigarros encendidos en cualquier sitio, sin valorar las consecuencias. También, campesinos y vecinos que queman grandes volúmenes de basura en los barrios y sitios cercanos a los campos de caña. Con respecto al incumplimiento estatal, persisten los vehículos sin matachispas, tanto en los carros particulares como en los estatales, incluido el equipamiento que interviene en los procesos de zafra . Un apagachispas o matachispas es un accesorio que, ubicado en el interior del tubo de escape de los vehículos, tiene como función evitar la salida de partículas de hollín incandescentes que pudieran provocar un incendio. Según establece la Ley 85: Ley Forestal, su uso es obligatorio para vehículos industriales de transporte de mercancías inflamables. También, para los carros que transiten o se estacionen por las áreas rurales y boscosas y sus colindancias, en períodos de alta peligrosidad de incendios forestales. Aunque, los facultados del Cuerpo de Bomberos actúan y aplican decretos a los irresponsables, el cambio de mentalidad en este escenario también se impone. Para evitar la sensibilidad herida en las personas, antecede una labor educativa desde la casa, la escuela y la comunidad.